El Cartero del Rey es un blog abierto y libre. El objetivo es plasmar, a través de las diferentes entradas y páginas, nuestros pensamientos y ejercitar la expresión escrita. No se trata de un trabajo dirigido, la intención es que extraigamos el sentido de los diferentes textos, las ideas que nos sugieran, nuestras opiniones personales, etc.



Yo me entiendo

Es habitual escuchar a nuestros alumnos, y no sólo a ellos, frases como “yo me entiendo” para justificar su dificultad para transmitir una idea, expresar una opinión o plantear una cuestión. Del mismo modo, emplean palabras como “cosa”, “eso”, “cacharro” para designar diferentes objetos o realidades. Echan mano de palabras-comodín porque desconocen la justa y apropiada. Cuando alguien nos dice “yo me entiendo”, el lenguaje no cumple su función de comunicación. 
El hombre nace y se desenvuelve inmerso en una sociedad. Es un ser social: necesita comunicarse. Desde una concepción del lenguaje como actividad social, su función es la de satisfacer las necesidades de comunicación que surgen en las relaciones entre los hombres. El lenguaje es un sistema de signos del que nos servimos para comunicar nuestras ideas, emociones y deseos; es un medio de comunicación que permite recibir y transmitir informaciones y relacionarnos con otras personas. Por tanto, es necesario que el alumno, como miembro de una sociedad, sea capaz de transmitir sus ideas, sus opiniones e inquietudes de manera coherente. Para ello, debemos enriquecer su conocimiento lingüístico.
El conocimiento lingüístico es el conocimiento que tienen las personas del uso del lenguaje, y no sólo del sistema. Ello implica incluir dentro del conocimiento lingüístico la capacidad del hablante para participar en un discurso; el que utiliza una palabra o expresión no lo hace por sí mismo, sino que la destina a otra persona, que debe entenderla para que se produzca la comunicación. Nuestra función será conseguir que el alumno sea consciente de sus limitaciones expresivas, que advierta que no es suficiente con “yo me entiendo”, que en su lugar se plantee una cuestión como “¿me explico?”, y sea capaz de encontrar la expresión necesaria para transmitir aquello que desea comunicar.
La adquisición del lenguaje se debe a un proceso cultural. El niño aprende el lenguaje en la relación con las personas de su entorno, aprendiendo también los significados culturales y el modo como aquellas entienden e interpretan la realidad. Por eso se dice que el lenguaje contribuye a construir una representación del mundo socialmente compartida y comunicable, con lo que favorece la integración social y cultural del niño. En ese entorno el profesor de Lengua (y todos los profesores, ya que enseñan en español) debe aprovechar su lugar e influir para que el niño alcance una posesión suficiente del idioma.
Nuestros alumnos viven en un mundo de imágenes. Un mundo poblado de conceptos ha sido sustituido por un mundo poblado de imágenes. La palabra ha cedido su dominio ante la imagen. La imagen actual va unida al fenómeno técnico, promotor y divulgador a gran escala del mensaje visual. Es importante preparar al alumno para que sea crítico e independiente ante ese mensaje visual y para que sepa entenderlo y explicarlo, habrá que potenciar el valor de la palabra para que sea creativo, responsable y participativo.
Ya que la lengua es un instrumento de expresión, debe ser tratada y enseñada como tal. Tendremos que partir del idioma de nuestros alumnos para enriquecerlo. Deben convencerse de que su estado lingüístico les dificultará el progreso social y profesional. El profesor ha de atraer a sus alumnos hacia la norma culta media, partiendo del respeto a sus deficiencias expresivas. Han de acostumbrarse a la autocrítica, a la conciencia de cómo se dicen las cosas. Nuestra labor será ir aumentando los registros en que el alumno puede expresarse, no para que suprima los familiares, regionales o jergales, sino para que sea consciente de que está empleando un vulgarismo, un regionalismo, una voz de ámbito estudiantil, etc. El objetivo es que el alumno pueda cambiar de registro en las diferentes situaciones comunicativas que se le presenten.
La actuación educativa habrá de incidir, por tanto, en el ámbito del discurso y su adecuación a los diferentes contextos de situación, el ámbito de la coherencia de los textos y el de la corrección gramatical de los enunciados. Se trata, pues, de que el alumno use la lengua para desarrollar su competencia comunicativa.
Por otra parte, la comunicación no es el único objetivo de la lengua, también lo es la creación del pensamiento. El lenguaje es un instrumento que nos permite representarnos el mundo; en este caso, está estrechamente vinculado al pensamiento y al conocimiento, así como a la comunicación interior con nosotros mismos. El lenguaje realiza una función configuradora del pensamiento. La adquisición de conocimientos de la realidad se lleva a cabo mediante la propia actividad lingüística y la transmisión de nuestros pensamientos y vivencias se realiza a través del lenguaje. Por lo tanto, permitirá al alumno no solamente comunicarse, sino también expresarse sin necesidad de recurrir al repetido “yo me entiendo”.  Su enriquecimiento psicológico o mental irá a la par del desarrollo de su sistema lingüístico. El profesor debe influir (respetando la individualidad del estudiante, sus convicciones y creencias) en ese proceso mental, en ese enriquecimiento psicológico, conduciendo el desarrollo de su sistema lingüístico.
En definitiva, nuestra labor será guiar al alumno, teniendo en cuenta esa doble función del lenguaje, hacia la consecución del primer objetivo de la Enseñanza Secundaria Obligatoria: “Comprender y producir mensajes orales y escritos con propiedad, autonomía y creatividad..., utilizándolos para comunicarse y para organizar los propios pensamientos y reflexionar sobre los procesos en el uso del lenguaje”.

2 comentarios:

  1. Una frase: "han de acostumbrarse a la autocrítica". Por qué, porque no hay peor juez que uno mismo, el mejor profesor, el mejor entrenador personal es cada uno. Nadie me va a pedir más de lo que yo me obligue a dar.

    Tal y como parece entenderse la educación ahora mismo no creo que esta estructuración del lenguaje y por tanto del pensamiento sea posible. Aquel que muestre interés por sí mismo logrará llegar a unas metas, o mejor dicho, entenderá que solo podrá avanzar a través de la curiosidad y la inconformidad. Pero en cambio aquellos otros que entienden la educación como una etapa impuesta en la vida de todo miembro de la sociedad y como algo rutinario: tener un sistema educativo es un engorro más que ha estado ahí con nosotros desde que hemos nacido. Para estos el pensamiento se reducirá a unos cuantos ridículos conceptos que harán de ellos unas personas simples.
    Sin embargo, si le das un libro a un pequeño que no haya tenido acceso a estas posibilidades te abrirá su mente para que le des todas las herramientas que pueda asimilar para realizarse como persona a lo largo de su vida.

    A. Moreno.

    ResponderEliminar
  2. Nanete, ¡ojalá fuera cierto tu primer párrafo! En la mayoría de los casos somos unos jueces muy benévolos con nosotros mismos. Nuestra misión es fomentar la autocrítica y conseguir que tu visión de la exigencia personal sea una visión compartida por casi todos.
    En cuanto a la forma de entender la educación actual,estoy totalmente de acuerdo contigo, aunque algunos aún pensamos que hay otra manera de educar en las aulas.

    ResponderEliminar