El Cartero del Rey es un blog abierto y libre. El objetivo es plasmar, a través de las diferentes entradas y páginas, nuestros pensamientos y ejercitar la expresión escrita. No se trata de un trabajo dirigido, la intención es que extraigamos el sentido de los diferentes textos, las ideas que nos sugieran, nuestras opiniones personales, etc.



La música del cartero

En el claro de la luna. Silvio Rodríguez

En el claro de la luna
donde quiero ir a jugar,
duerme la reina fortuna
que tendrá que madrugar.
mi guardiana de la suerte,
sueña cercada de flor
que me salvas de la muerte
con fortuna en el amor.
Sueña, talismán querido,
sueña mi abeja y su edad;
sueña y si, lo he merecido,
sueña mi felicidad.
Sueña caballos cerreros,
suéñame el viento del sur,
sueña un tiempo de aguaceros
en el valle de la luz.
Sueña lo que hago y no digo,
sueña en plena libertad,
sueña que hay días en que vivo,
sueña lo que hay que callar.
Entre las luces más bellas
duerme intranquilo mi amor
porque en su sueño de estrellas
mi paso en tierra es dolor.
Mas si yo pudiera hacerle
miel de abeja en vez de sal
a qué tentarle la suerte
que valiera su soñar.
Suéñeme, pues, cataclismo,
sueñe golpe largo y sed,
sueñe todos los abismos,
que de otra vida no sé.
Sueñe lo que hago y no digo,
sueñe en plena libertad,
sueñe que hay días en que vivo,
sueñe lo que hay que callar.
Sueñe la talla del día,
del día que fui y del que soy
que el de mañana, alma mía,
lo tengo soñado hoy.


ME GUSTAS CUANDO CALLAS. PACO IBÁÑEZ
(poema de Pablo Neruda)

Me gustas cuado callasporque estás como ausente
y me oyes desde lejos
y mi voz no te toca
parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.
Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas llena del alma mía

Mariposa de sueño
te pareces a mi alma
y te pareces a la palabra melancolía

Me gustas cuando callas y estás como distante
y estás como quejándote mariposa en arrullo
y me oyes desde lejos y mi voz no te alcanza

Déjame que me calle con el silencio tuyo
Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara
simple como una niña

Eres como la noche
callada y constelada
Tu silencio es de estrella
tan lejano y sencillo

Me gustas cuando callas
porque estás como ausente
distante y dolorosa como si hubieras muerto
una palabra entonces una sonrisa basta
y estoy alegre
alegre de que no sea cierto
POEMA DE AMOR. JOAN MANUEL SERRAT
 
El sol nos olvidó ayer
sobre la arena
nos envolvió el rumor suave del mar
tu cuerpo me dio calor
tenía frío
y allí en la arena
entre los dos nació este poema
este pobre poema de amor
para ti.
Mi fruto, mi flor, mi historia de amor,
mis caricias. Mi humilde candil,
mi lluvia de abril, mi avaricia.
Mi trozo de pan, mi viejo refrán, mi poema,
la fe que perdí, mi camino, mi carreta.
Mi dulce placer, mi sueño de ayer, mi equipaje.
Mi tibio rincón, mi mejor canción, mi paisaje.
Mi manantial, mi cañaveral, mi riqueza.
Mi leña, mi hogar, mi techo, mi lar, mi nobleza.
Mi fuente, mi sed, mi barco, mi red y la arena.
Donde te sentí, donde te escribí
mi poema.
TODO EN TI FUE NAUFRAGIO. PACO IBÁÑEZ
(Canción desesperada. Pablo Neruda)
Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy. El río anuda al mar su lamento obstinado. Sobre tu corazón llueven frías corolas. ¡Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos! En ti se acumularon las guerras y los vuelos. De ti alzaron las alas los pájaros del canto. Abandonado como los muelles en el alba. Es la hora de partir. ¡Oh abandonado! Es la hora de partir. ¡Oh abandonado! Todo en ti fue naufragio Era la negra, negra soledad de las islas, y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos. Abandonado como los muelles en el alba. Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos. 0h más allá de todo. 0h más allá de todo. Es la hora de partir. ¡Oh abandonado!. Es la hora de partir. ¡Oh abandonado!. Todo en ti fue naufragio
 
 
 
Puedo escribir los versos más tristes. Paco Ibáñez
(Poema 20. Pablo Neruda)
 
Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos». El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como ésta la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche está estrellada y ella no está conmigo. Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos, Mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque éste sea el último dolor que ella me causa, y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.
Pequeño vals vienés. Ana belén
(poema de F. García Lorca)
En Viena hay diez muchachas, un hombro donde solloza la muerte y un bosque de palomas disecadas. Hay un fragmento de la mañana en el museo de la escarcha. Hay un salón con mil ventanas. ¡Ay, ay, ay, ay! Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals, este vals, de sí, de muerte y de coñac que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero, con la butaca y el libro muerto, por el melancólico pasillo, en el oscuro desván del lirio, en nuestra cama de la luna y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay! Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos donde juegan tu boca y los ecos. Hay una muerte para piano que pinta de azul a los muchachos. Hay mendigos por los tejados, hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay! Toma este vals que se muere en mis brazos.
Porque te quiero, te quiero, amor mío, en el desván donde juegan los niños, soñando viejas luces de Hungría por los rumores de la tarde tibia, viendo ovejas y lirios de nieve por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay! Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".
En Viena bailaré contigo con un disfraz que tenga cabeza de río. ¡Mira qué orillas tengo de jacintos! Dejaré mi boca entre tus piernas, mi alma en fotografías y azucenas, y en las ondas oscuras de tu andar quiero, amor mío, amor mío, dejar, violín y sepulcro, las cintas del vals.
PARA LA LIBERTAD. JOAN MANUEL SERRAT
(poema de Miguel Hernández)
 
Para la libertad, sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas
mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en
los algodones
como en las azucenas.

Porque donde unas cuencas vacías
amanezcan
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas
piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en
cada herida.
Porque soy como el árbol talado,
que retoño:
y aún tengo la vida.

LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO (poema de Blas de Otero),
 
Cuando ya nada se espera
personalmente exaltante
mas se palpita y se sigue
más acá de la consciencia.
fieramente existiendo
ciegamente afirmando,
como un pulso que golpea
las tinieblas,
que golpea las tinieblas.

Cuando se miran de frente
los vertiginosos ojos
claros de la muerte,
se dicen las verdades, las bárbaras,
terribles, amorosas crueldades,
amorosas crueldades.

Poesía para el pobre,
poesía necesaria
como el pan de cada día,
como el aire que exigimos
trece veces por minuto,
para ser y en tanto somos
dar un sí que glorifica.

Porque vivimos a golpes
porque apenas sí nos dejan
decir que somos quien somos.
Nuestros cantares no pueden ser
sin pecado un adorno;
estamos tocando el fondo,
estamos tocando el fondo.

Maldigo la poesía
concebida como un lujo
cultural por los neutrales,
que lavándose las manos
se desentienden y evaden,
maldigo la poesía
de quien no toma partido,
partido hasta mancharse.
Hago mías las faltas
siento en mí a cuantos sufren
y canto respirando.
Canto y canto, y cantando
mas allá de mis penas
de mis penas personales
me ensancho, me ensancho.

Quiero daros vida
provocar nuevos actos
y calculo por eso,
con técnica que puedo
me siento un ingeniero del verso
y un obrero que trabaja
con otros a España,
a España en sus aceros.

No es una poesía
gota a gota pensada,
no es un bello producto
no es un fruto perfecto,
es lo más necesario
lo que no tiene nombre;
son gritos en el cielo
y en la tierra son actos.

Porque vivimos a golpes
porque apenas sí nos dejan
decir que somos quien somos.
Nuestros cantares no pueden ser
sin pecado un adorno;
estamos tocando el fondo,
estamos tocando el fondo.

Peces de ciudad. Joaquín sabina
Se peinaba a lo garçon la viajera que quiso enseñarme a besar en la Gare d'austerlitz. Primavera de un amor amarillo y frugal como el sol del veranillo de san martín. Hay quien dice que fui yo el primero en olvidar cuando en un si bemol de Jacques Brel conocí a mademoiselle Ámsterdam. En la fatua Nueva York da más sombra que los limoneros la estatua de la libertad, pero en Desolation Row las sirenas de los petroleros no dejan reír ni volar Y, en el coro de babel, desafina un español. no hay más ley que la ley del tesoro en las minas del rey salomón. Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis sueños va, ligero de equipaje, sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje, luciendo los tatuajes de un pasado bucanero, de un velero al abordaje, de un no te quiero querer. Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar al país donde los sabios se retiran del agravio de buscar labios que sacan de quicio, mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de los peces de ciudad Que mordieron el anzuelo, que bucean a ras del suelo, que no merecen nadar. El dorado era un champú, la virtud unos brazos en cruz, el pecado una página Web. En Comala comprendí que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. Cuando en vuelo regular pisé el cielo de Madrid me esperaba una recién casada que no se acordaba de mí. Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel, por mis venas va, ligero de equipaje, sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje, luciendo los tatuajes de un pasado bucanero, de un velero al abordaje, de un liguero de mujer. Y cómo huir cuando no quedan islas para naufragar al país donde los sabios se retiran del agravio de buscar labios que sacan de quicio, mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen el cristal de los acuarios de los peces de ciudad Que perdieron las agallas en un banco de morralla, en una playa sin mar.
YO DIGO QUE LAS ESTRELLAS. SILVIO RODRÍGUEZ
Yo digo que las estrellas
le dan gracias a la noche,
porque encima de otro coche
no pueden lucir tan bellas;
y digo que es culpa de ella
—de la noche— el universo,
cual son culpables los versos
de que haya noches y estrellas.
Yo digo que no hay quien crezca
más allá de lo que vale
—y el tonto que no lo sabe
es el que en zancos se arresta—;
y digo que el que se presta
para peón del veneno
es doble tonto y no quiero
ser bailarín de su fiesta.
Yo digo que no hay talante
más claro que ir desnudo,
pues cuando se tiene escudo
luego se quieren los guantes.
Y al que diga que me aguante
debajo de una sotana,
le encajo una caravana
de sentimientos gigantes.
Yo digo que no hay más canto
que el que sale de la selva
y que será el que lo entienda
fruto del árbol más alto.
Y digo que cuesta tanto
y que hay que cruzar la tundra,
pero al final la penumbra
se hace arco iris del canto.
 
 

Palabras de amor. Joan manuel Serrat
(canta con Amaya de Mocedades)
Él me quiso tanto... Yo aún sigo enamorada. Juntos atravesamos una puerta cerrada. Él, cómo os diría... era toda mi ocupación, cuando en la lumbre ardían sólo palabras de amor...
Palabras de amor sencillas y tiernas que echamos al vuelo por primera vez, apenas tuvimos tiempo de aprenderlas, recién despertábamos de la niñez. Nos bastaban esas tres frases hechas que entonaba un trasnochado galán, de historias de amor, sueños de poetas, a los quince años no se saben más... Ella, dónde andará, tal vez aún me recuerda. Un día se marchó y jamás volví a verla. Pero, cuando oscurece, lejos, se escucha una canción, vieja música que acuna, viejas palabras de amor...
Palabras de amor sencillas y tiernas que echamos al vuelo por primera vez, apenas tuvimos tiempo de aprenderlas, recién despertábamos de la niñez. Nos bastaban esas tres frases hechas que entonaba un trasnochado galán, de historias de amor, sueños de poetas, a los quince años no se saben más... A los quince años no se saben más...
La canción más hermosa del mundo. Joaquín Sabina Yo tenía un botón sin ojal, un gusano de seda, medio par de zapatos de clown y un alma en almoneda, una hispano olivetti con caries, un tren con retraso, un carné del Atleti, una cara de culo de vaso,
un colegio de pago, un compás, una mesa camilla,
una nuez, o bocado de Adán, menos una costilla,
una bici diabética, un cúmulo, un cirro, un estrato,
un camello del rey Baltasar, una gata sin gato,

Mi Annie Hall, mi Gioconda, mi Wendy, las damas primero,
mi Cantinflas, mi Bola de Nieve, mis tres Mosqueteros,
mi Tintín, mi yo-yo, mi azulete, mi siete de copas,
el zaguán donde te desnudé sin quitarte la ropa.

Mi escondite, mi clave de sol, mi reloj de pulsera,
una lámpara de Alí Babá dentro de una chistera,
no sabía que la primavera duraba un segundo,
yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.

Les presento a mi abuelo bastardo, a mi esposa soltera,
al padrino que me apadrinó en la legión extranjera,
a mi hermano gemelo, patrón de la merca ambulante,
a Simbad el marino que tuvo un sobrino cantante,

al putón de mi prima Carlota y su perro salchicha,
a mi chupa de cota de mallas contra la desdicha,
mariposas que cazan en sueños los niños con granos
cuando sueñan que abrazan a Venus de Milo sin manos.

Me libré de los tontos por ciento, del cuento del “bisnes”,
dando clases en una academia de cantos de cisne,
con Simón de Cirene hice un tour por el monte Calvario,
¿qué harías tú si Adelita se fuera con un comisario?

Frente al cabo de poca esperanza arrié mi bandera,
si me pierdo de vista esperadme en la lista de espera,
heredé una botella de ron de un clochard moribundo,
olvidé la lección a la vuelta de un coma profundo.

Nunca pude cantar de un tirón
la canción de las babas del mar, del relámpago en vena,
de las lágrimas para llorar cuando valga la pena,
de la página encinta en el vientre de un bloc trotamundos,
de la gota de tinta en el himno de los iracundos.

Yo quería escribir la canción más hermosa del mundo.

TIERRA. RADIO FUTURA
 
Cuando me encontraba preso
En el fondo de una celda
Yo te vi por vez primera
En una fotografía
En que apareces entera
Aunque no estabas desnuda
Sino cubierta de nubes

Tierra, Tierra
El más distante, soy errante navegante
Que jamás te olvidaré.

Así vivo yo embrujado
Por esa chiquilla tierna
Signo de elemento tierra
Y en el mar tierra a la vista
Tierra para el pie firmeza
Para la mano caricia
Tras el astro que te guía

Tierra, Tierra
El más distante, soy errante navegante
Que jamás te olvidaré.

Yo soy un león de fuego
Sin ti me consumiría
A mí mismo eternamente
Y de nada me valdría
Ir buscando entre la gente
Y la gente otra alegría
Diferente a las estrellas

Tierra, Tierra
El más distante, soy errante navegante
Que jamás te olvidaré.

Donde no hay tiempo ni espacio
Sólo nos queda el coraje
De mantener tu cariño
Mientras dure nuestro viaje
Por encima del vacío
A través del cual nos llevas
En el nombre de tu carne

Tierra, Tierra
El más distante, soy errante navegante
Que jamás te olvidaré
Tierra


2 comentarios:

  1. YO DIGO QUE LAS ESTRELLAS.
    (...)"Y digo que cuesta tanto
    y que hay que cruzar la tundra,
    pero al final la penumbra
    se hace arco iris del canto."
    Nunca seremos capaces de comprender la importancia que tiene en nuestra vida la existencia de los malos momentos, las veces que andamos por la tundra de nuestra cabeza o los días que no tenemos velas para combatir la penumbra. Creemos que la felicidad es un derecho que nos corresponde, y no un objetivo que debemos conseguir, una recompensa que debemos ganarnos. En la vida no habría felicidad sin la existencia de problemas. No sabemos qué es la luz si no hemos dormido a oscuras; no sabemos qué es el agua si no nos deshidratamos; no sabemos qué es la salud si no hemos utilizado muletas, "nolotiles" o pañuelos de papel; no sabemos qué es la amistad si no nos han decepcionado; ni la satisfacción si no hemos sudado, porque la felicidad está detrás de cada obstáculo. Lo difícil no es estar feliz, lo difícil es serlo. Y sobre todo, SABER serlo.

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  2. Mandarina, alguien dijo que la felicidad de tu vida depende de la calidad de tus pensamientos. Está claro que en ese aspecto ya tienes recorrido un gran trecho del camino. Es una reflexión muy acertada sobre el sentido de esta estrofa de Silvio; captas perfectamente la dificultad de alcanzar la felicidad. Quizás te centras demasiado en esa dificultad y analizas menos la segunda parte, que es el aspecto positivo: al final, después de vencer todos los obstáculos, "la penumbra se hace arco iris del canto"

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